2 de noviembre de 2009

Estrés





ESTRÉS Y ANSIEDAD


1. El concepto de estrés

El término estrés se ha convertido en una de las palabras más utilizadas por los profesionales de la medicina, la psicologia o la psiquiatria y, poco a poco, se ha introducido en el lenguaje coloquial de la persona de la calle. Así, la palabra estrés ha traspasado las fronteras del argot científico, y la mayor parte de la gente califica algunas situaciones como estresantes; por ejemplo, tener una cita urgente y no poder sacar el coche por què otro vehículo obstruye la salida, tener que pagar una factura de un importe elevado y no disponer del dinero para hacerlo, o verse involucrado en un atasco de tráfico de grandes dimensiones cuando se tiene prisa para llegar a una cita.

Aunque haya sido objeto de muchos estudios, no existe un acuerdo unánime entre los investigadores sobre la definición del término. Por lo tanto, es comprensible que, a nivel popular, el término estrés se utilice con una gran libertad y que se le atribuyan diversos significados; para algunos es sinónimo de sobresalto; para otros, equivale a malestar y, para la mayoría, exponiente de tensión.

En todo caso, hay un acuerdo tácito en que el estrés es algo negativo. Però, como se irá viendo, esto no es siempre cierto.

Una definición adequada, aunque que general, sería:

El estrés es el resultado de un desequilibrio entre los factores ambientales (demandas excesivas) y factores personales (experiencias prévias en situaciones estresantes, características generales de la persona y habilidades para afrontar la situación).



1.1.          La sobreactivación adaptativa

¿Qué pasa cuando un animal afronta una situación de peligro? Por ejemplo, ¿Qué sucede cuando un gato se encuentra inesperadamente con un perro? Los pelos se le ponen de punta, los músculos se le tensan, se arquea, etc.; pero también ocurren otran cosas que no se ven: El corazón le late más rápido, respira más rápidamente, la presión sanguínia aumenta, etc. O sea, el organismo reacciona generando una sobreactivación biológica que le permite responder de la manera más adecuada posible (huída o lucha) ante la amenaza.

¿Qué pasa en el ser humano ante una de estas situaciones? Igual que en los animales, el organismo reacciona generando una sobreactivación biológica que prepara para la acción y optimiza la capacidad de afrontar correctamente la situación. Por lo tanto se trata de una reacción adaptativa y positiva que pone a disposición de la persona una gran cantidad de recursos excepcionales. Se produce un importante aumento de la activación fisiológica: La pupila se dilata, los latidos del corazón aumentan, la respiración se vuelve más rápida, los músculos se tensan, etc. En síntesis, “se dispara la adrenalina”. Además los procesos mentales se agilizan, es decir, aumenta la capacidad de percibir las demandas de la situación, se procesa másrápidamente la información, se está más preparado para buscar soluciones y seleccionar la respuesta adequada.

La sobreactivación adaptativa es la reacción natural del organismo (aumento de activación fisiológica, agilización de los procesos mentales) delante de situaciones de amenaza, riesgo, novedad, etc. Que facilitan la conducta adecuada.

Por ejemplo, delante de una entrevista de trabajo o de un examen, el organismo se prepara para agilizar las ideas, potenciar la memoria, aumentar la concentración, tener una mayor capacidad para generar respuestas, etc., hecho que facilita la conducta adequada.

La sobreactivación adaptativa, por su sintomatologia, puede ser fácilmente confundida con el estrés, pero esta es necesária para dar una respuesta más eficaz ante cualquier situación conflictiva o novedosa.




1.2.          ¿Cuándo se convierte en estrés la sobreactivación?

El organismo no puede mantener durante mucho tiempo un ritmo constante de activación por encima de sus posibilidades y experimenta estrés.

La sobreactivación adaptativa se convierte en estrés cuando es demasiado frecuente, intensa, excesivamente prolongada o la persona no tiene o cree que no tiene las habilidades suficientes (cognitivas, emocionales, conductuales) para afrontar las demandas del entorno y percibe que no puede dar una respuesta efectiva a la situación.


1.3.          Factores que inciden en el estrés

Hacer referencia al ser humano implica forzosamente hablar de lo que piensa, de cómo percibe el ambiente, de las emociones que tiene, de las reacciones biológicas que le genera la ansiedad y de cómo actua. Por lo tanto, como se ha visto, tanto la sobreactiación como el estrés modifican o cambian las cogniciones, las emociones y el comportamiento. Pero las cogniciones, las emociones y el comportamiento también pueden favorecer o reducir el estrés. La siguiente tabla resume los principales factores implicados en la génesis y mantenimiento del estrés:

Factores ambientales

Sociofamiliares
Problemas de pareja
Muerte de un amigo
Tener un cargo de responsabilidad
Cambios de turno
Traslados
Tener un hijo

Socioeconómicos
Paro
Servicios públicos deficientes
Inseguridad ciudadana

Físicos
Ruido
Polución ambiental
Temperaturas extremas
Barreras arquitectónicas
Factores cognitivos

Pensamientos
Atención: concentración
Inteligencia (tipo, nivel)
Creencias
Valores
Memória
Imaginación
Autoconfianza
Planificación de conductas
Anticipación de consecuencias
Factores emocionales y psicofisiológicos

Emociones
Ansiedad
Depresión
Impotencia
Inseguridad
Alegria

Respuestas fisiológicas
Involuntarias
Observables:
Temblor
Sudor
Insomnio
No observables:
Taquicardia
Nudo en el estómago
Hormigueo
Factores comportamentales

Comportamiento observable y voluntario:

- Aspectos verbales
(qué se dice)
- Aspectos vocales
(como se dice)
Tono de voz
Velocidad de la voz
Volumen
- Aspectos no verbales
Postura
Gesticulación
Expresión de la cara
Acciones

Incremento del estrés ambiental
Incremento de los pensamientos negativos
Incremento de las sensaciones negativas



Los factores que inciden en el estrés se pueden clasificar en:

  • Factor ambiental: Conjunto de variables externas que interaccionan i/o inciden en el individuo (espacio físico, personas del entorno, ruido, etc.)
  • Factor cognitivo: Conjunto de procesos mentales que engloban diversos aspectos como la percepción, la recogida de información, la intrpretación, el análisis, la toma de decisiones, etc.
  • Factor emocional: Conjunto de sentimientos o sensaciones, como por ejemplo, la alegria, la inseguridad, la tristeza, la incomodidad, etc.
  • Respuesta psicofisiológica: Reacción automática del organismo que puede generar diferentes síntomas físicos: temblor, sudoración, taquicardia, hormigueo, etc.
  • Respuesta conductual: Respuesta observable del individuo que incluye los aspectos verbales (qué se dice), vocales (como se dice) y no verbales (postura, gesticulación, movimiento).

1.4.          ¿Cómo interaccionan estos factores?

Las situaciones demandantes del entorno (estresoras), mediatizadas por las características de la personalidad, generan interpretaciones cognitivas incorrectas que pueden provocar estados emocionales negativos que favorezcan la aparición de comportamientos inadecuados. Estos comportamientos, a la vez, inciden negativamente en el entorno generando más estrés ambiental. De hecho, como indicaba el cuadro anterior, todos estos factores interactuan entre si de forma dinámica y se alimentan entre si. En general, es difícil identificar cual es la primera anilla de la cadena.

Los diversos factores, al interaccionar entre si, crean un círculo vicioso en que los pensamientos, las emociones y los comportamientos cada vez son más negativos y menos adaptadores

El estrés ambiental puede ser incrementado por el propio comportamiento.



2.     CONSECUENCIAS DEL ESTRÉS

Las diferencias individuales en la génesis y el mantenimiento del estrés pueden ser notables. Las personas parten de estados de activación desiguales, presentan niveles de reactividad diferentes, muestran capacidades de esfuerzo variable, tienen personalidades diferentes y afrontan el entorno con cogniciones muy diversas. Por lo tanto, se tiene que tener en cuenta que el estrés es fruto de una experiencia personal que depende de la valoración que se haga de las demandas del entorno y de las habilidades de que uno disponga, o crea que disponga, para poder afrontarlas. Una misma situación puede no ser en absoluto estresante para una persona aunque pueda serlo intensamente para otras. La manera en que el individuo interpreta una situación determina, en gran medida, que esta se convierta o no en estresante. En definitiva, para tener estrés no hace falta enfrentarse a un problema realmente importante o grave, que supere los recursos personales, sólo hace falta creerlo así.


2.1.          Estrés situacional: Consecuencias a corto y medio término

El estrés situacional se manifiesta de forma puntual, en situaciones concretas, y tiene pocas repercusiones en la vida del sujeto. Este desequilibrio genera diversas consecuencias negativas a corto y medio término:

  1. Perturbaciones cognitivas: Pensamientos negativos, dificultad para analizar la situación y tomar decisiones, bloqueos mentales, falta de concentración, olvidos frecuentes, preocupaciones, etc.
  2. Problemas emocionales: Sensaciones de ansiedad,impotencia, inseguridad, confusión, frustración, insatisfacción, cambios de humor, irritabilidad, etc.
  3. Reacciones psicofisiológicas: Taquicardia, sensación de ahogo, temblores, sudoración, hiperventilación, etc.
  4. Comportamientos inadecuados: Pasividad, conducta agresiva, acciones precipitadas, aumento de errores, etc.

2.2.          Estrés crónico: Consecuencias a largo término

El estrés crónico se mantiene durante largos periodos o cuando las demandas del entorno son contínuas. En estos casos pueden aparecer alteraciones importantes en diferentes niveles:

  1. Trastornos fisiológicos: Insomnio, dolor de cabeza, enfermedad coronaria, asma bronquial, alergias, úlcera gástrica, trastornos inmunológicos, impotencia, eyaculación precoz, disfunciones sexuales, etc.
  2. Trastornos psicológicos: Crisis de ansiedad, ansiedad, generalizada, alcoholismo, drogodependencia, depresión, ludopatia, etc.
  3. Problemas sociofamiliares: Separación, divorcio, aislamiento social, problemas con los padres/hijos, etc.
  4. Problemas laborales: Absentismo, bajas, incremento de los accidentes, disminución de la productividad, etc.




Bibliografia de referencia:
- LABRADOR, F.J. - "El estrés. Nuevas técnicas para su control"
- MEICHENBAUM, D. - "Manual de inoculación del estrés"
- MEICHENBAUM, D., JAREMKO, M.E. - "Prevención y reducción del estrés"
- SOLÀ, A. - "Estrès i qualitat de vida

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